viernes, 4 de junio de 2010

LA JUSTICIA ENTRE LOS NOAMINOS Y SIAMISIS

Los que leyeron ¨Los Noaminos y los Siamisis son la misma gente¨, podran recordar que la primera de la serie de preguntas que nos formularamos inquiria acerca de cuando nos daremos cuenta de que las cosas pueden funcionar bien y armonicamente para ambas tribus que en definitiva es la misma gente.

Hay cantidad de referencias historicas que nos dejan una señal de cómo es que funciona la cosa. La primera que viene a la mente es aquella del respeto al derecho ajeno es la paz, donde comienza el mio termina el tuyo, el respeto mutuo y otros muchos mas que conocemos y repetimos cantidad de veces, las mas sin pensar lo que realmente significa cada una de esas frases celebres.

Pues bien, mi reiteracion, en el sentido en que se encaminan todas esas frases, es el concepto de la justicia. Todo el mundo (me refiero a las tribus) habla de lo mismo, pero desde diferentes pespectivas porque siempre consideramos que nuestro caso o situacion parrticular es unica y diferente. Claro, si es la mia y no la tuya y por lo tanto la mia es mas importante. Insistimos en hablar el mismo idioma, solo que utilizamos diferentes lenguajes. En definitiva no nos entedemos.

La justicia, el arbitro, es el que nos pone de acuerdo. Es, supuestamente, la ¨tablarasa¨donde el equilibrio se establece. Pero la justicia no es solamente la de los tribunales de justicia como seguramente los entedemos todos.

La justicia a la que, ademas, me refiero es a la que esta en la actuacion cotidiana de cada uno de nosotros, pero principalmente a la de los que les hemos otorgado el privilegio de dirigirnos y encaminarnos como sociedad. Es aquí, en esta instancia, donde el ejemplo y la conducta permean el comportamiento de los demas.

Caso en punto. Los que hemos sido empresarios tenemos como meta principal la maximizacion de nuestros beneficios y para conseguirlo debemos conquistar el mercado de nuestro interes, las mas de las veces a cualquier precio y a cualquier costo. No estoy minimizando ni la inventiva, ni la creatividad ni la identificacion de una necesidad que debe ser satisfecha, ni las vias de suplir tal necesidad al menor costo, a la mayor eficiencia y al mejor precio.

No hablemos de derecho de autor y patente, que incidentalmente en el campo de la medicina, por ejemplo en cuanto a lo que se refiere a la cura del Sida, los precios a que vendemos tales medicamentos requieren de financiamientos a largo plazo para los usuarios de los mismos y que nadie se atreva producirlos o venderlos mas baratos que el inventor por un buen numero de años. Igual sucede con todas las drogas milagrosas que existen hoy dia. O pagas o mueres.

Los empresarios somos voraces y si bien admitimos la competencia, realmente el objetivo es destruirla, y si no, unirnos con ella para conseguir lo que importa. Primero, claro esta, es eliminarla a cualquier precio, siempre y cuando nos dejen. Hemos sido tan barbarazos que hemos desvirtuado un concepto tan noble y edificante como ha sido el proceso de las privatizaciones. Pensemos por un momento cual de los servicios privatizados ha disminuido el costo del mismo para el consumidor?. Ninguno, en ninguna parte del mundo. La eficiencia tiene un precio y yo te la voy a cobrar. En algunas casos aun sin eficiencia.

Es aquí donde precisamente entra a jugar su papel el arbitro, la justicia y a los que les hemos otorgado el privilegio de dirigirnos.

Lamentablemente muchas veces se declara el maridaje entre ambos sectores, empresarios y dirigentes, y se elimina, en consecuencia, la teoria del mercado y la competencia tras de los cuales tanto andamos. La proteccion del consumidor, que somos todos, la de los mas debiles, que existen en abundancia y a los cuales nos incorporamos a un ritmo geometrico y meteorico, queda pues como cualquer chapulin a merced de la voracidad.

Cuando, pues, funciona bien la conducta de los Noaminos y Siamisis?. Cuando el arbitro, la justicia y los privilegiados que nos dirigen son independientes y habitados por el perfecto Noamino y Siamisi.

Propongo que siempre los mantengamos divididos y dispuestos a negociar, a escuchar no a oir, a entender que es de todos para todos y que la gloria es pasajera, por lo menos la de este mundo. Nunca jamas permitamos que en las manos de ninguna de ellos, Noamino o Siamisi, se acumule suficiente poder con capacidad para determinar el destino de todos.

¿Y entonces?.

Dr. Polibio R. Diaz
Santo Domingo,
03 de Agosto de 2004

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