Desde un tiempo para acá hemos venido observando como en el país nuestro se han venido desarrollando movimientos sociales que involucran de manera casi masiva a diferentes grupos ciudadanos con la intención de reclamar protección y vigencia a derechos constitucionales con el objetivo, loable, de hacer mas transparente el desenvolvimiento de nuestro cotidiano transcurrir.
Pues bien, uno de esos movimientos que ha llamado la atención a nivel de movilización y presentación publica al través de diferentes medios de comunicación es el de VOTE POR NINGUNO, bajo la clara implicación de que ninguno de los candidatos, hasta ahora presentados y/o propuestos, representa la aspiración de la población y como obvia referencia a que NINGUNO de los candidatos reúne las condiciones para implementar las políticas publicas que propendan a la solución de las grandes desigualdades que hoy plagan nuestra sociedad.
Ojo con esto. De buenas intenciones esta lleno el camino al infierno.
A pesar de que podamos estar de acuerdo con la razón subyacente que da origen a este movimiento o aspiración, debemos razonar si detrás de este maravilloso objetivo se oculte el fantasma de la abstención que traiga como consecuencia que la magnitud de la misma provoque que la participación ciudadana se disminuya y por lo tanto la elección de los funcionarios dependa de una minoría y que a la vez la misma sea manipulada por quien pueda disponer de mas recursos y en consecuencia obtener el objetivo de mantener imperante el orden de cosas como hoy las tenemos y en consecuencia obliterando el propósito que ninguno desea.
La legislación presente no establece un porcentaje predeterminado para que una elección sea valida. No importa cuantos asistan a votar o cuantos votos sean nulos o cantidad de abstenciones, siempre resultaran electos los que mas votos validos acumulen y en consecuencia serán juramentados en las posiciones para las cuales fueron candidateados y así mismo ejercerán sus funciones y nos gobernaran a todos, los votantes, los anulados y los “ninguneados”.
Entonces si lo que queremos es escudarnos en aquel viejo estribillo de “yo no soy responsable de este desastre” convirtámonos en avestruz. Como quiera nos van a gobernar y esta vez por seis anos, de manera que piénselo bien. Si esta conforme vote y si no esta conforme vote también.
Pues bien, uno de esos movimientos que ha llamado la atención a nivel de movilización y presentación publica al través de diferentes medios de comunicación es el de VOTE POR NINGUNO, bajo la clara implicación de que ninguno de los candidatos, hasta ahora presentados y/o propuestos, representa la aspiración de la población y como obvia referencia a que NINGUNO de los candidatos reúne las condiciones para implementar las políticas publicas que propendan a la solución de las grandes desigualdades que hoy plagan nuestra sociedad.
Ojo con esto. De buenas intenciones esta lleno el camino al infierno.
A pesar de que podamos estar de acuerdo con la razón subyacente que da origen a este movimiento o aspiración, debemos razonar si detrás de este maravilloso objetivo se oculte el fantasma de la abstención que traiga como consecuencia que la magnitud de la misma provoque que la participación ciudadana se disminuya y por lo tanto la elección de los funcionarios dependa de una minoría y que a la vez la misma sea manipulada por quien pueda disponer de mas recursos y en consecuencia obtener el objetivo de mantener imperante el orden de cosas como hoy las tenemos y en consecuencia obliterando el propósito que ninguno desea.
La legislación presente no establece un porcentaje predeterminado para que una elección sea valida. No importa cuantos asistan a votar o cuantos votos sean nulos o cantidad de abstenciones, siempre resultaran electos los que mas votos validos acumulen y en consecuencia serán juramentados en las posiciones para las cuales fueron candidateados y así mismo ejercerán sus funciones y nos gobernaran a todos, los votantes, los anulados y los “ninguneados”.
Entonces si lo que queremos es escudarnos en aquel viejo estribillo de “yo no soy responsable de este desastre” convirtámonos en avestruz. Como quiera nos van a gobernar y esta vez por seis anos, de manera que piénselo bien. Si esta conforme vote y si no esta conforme vote también.
Dr. Polibio R. Diaz
Santo Domingo, R.D.
17/03/10
17/03/10
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