Nunca he sido pitonisa y mucho menos prestidigitador y ahora me atrevo, asumiendo esas funciones, de predecir que nuestro futuro pende de un hilo, el cual, si decidimos actuar con responsabilidad, podemos dirigir a la búsqueda de la solución de los problemas que agobian nuestra sociedad.
Por un lado nos encontramos con el fantasma de la permanencia ininterrumpida en la dirección de la cosa publica de los mismos actores que agotan su capacidad de innovación y enfoque sobre los mismos problemas que hasta el hastío han insistido en responder con las viejas respuestas a los viejos problemas.
Por el otro lado nos encontramos que la fuerza política con capacidad de contestar la permanencia actúa de la misma manera vieja, acudiendo a su capacidad inagotable de inundar a la población con rencillas sin sentido y demostrativas de su incapacidad de elevarse a los planos que la sociedad espera de ella y ofrecer, en sustitución del espectáculo bochornoso, ideas que propendan a un enfoque nuevo y distinto y que al mismo tiempo haga renacer la esperanza de un futuro auspicioso.
Existe un tercer fantasma representado por lo que se ha identificado como las fuerzas emergentes, algunas de ellas con un pasado y presente que denominan “progresista” pero que al mismo tiempo donde quiera que reinan sus pares las libertades publicas, los derechos humanos y el desarrollo económico de su gente ha brillado por su ausencia.
El cuarto fantasma es el propio, la clase de ingresos altos y medios que no nos integramos a la participación y búsqueda de soluciones que nuestra formación académica y económica nos aporta al propósito de la persecución de ese compromiso que de una vez por todas nos ayude como nación y como pueblo a levantar anclas del marasmo social en que nos hundimos.
Y entonces? Pues entonces creo que es tiempo de integración y con ella buscar el consenso que nos evite la repetición de los errores que ya conocemos, de las magnas a que estamos acostumbrados, a la violación de la legalidad y con ello la ausencia de justicia, a la iniquidad a que esta sometida nuestra población y demás adornos que todos conocemos. Para esto necesitamos ser previsores y no lanzarnos en brazos del perpetuismo, de los errores pasados ni de los cantos de sirena de la inexperiencia. Como todo acontecimiento de importancia, y este la tiene, debe encarnarse en un personaje, quien crees tu que debe ser ese personaje?. Yo tengo el mio , tienes tu el tuyo?. Te invito a que lo compartamos.
PD: Lo podemos compartir en http://desahogosantodomingo.blockspot.com
o en Facebook
Polibio Diaz
Premonición
27 de Julio del 2010
Por un lado nos encontramos con el fantasma de la permanencia ininterrumpida en la dirección de la cosa publica de los mismos actores que agotan su capacidad de innovación y enfoque sobre los mismos problemas que hasta el hastío han insistido en responder con las viejas respuestas a los viejos problemas.
Por el otro lado nos encontramos que la fuerza política con capacidad de contestar la permanencia actúa de la misma manera vieja, acudiendo a su capacidad inagotable de inundar a la población con rencillas sin sentido y demostrativas de su incapacidad de elevarse a los planos que la sociedad espera de ella y ofrecer, en sustitución del espectáculo bochornoso, ideas que propendan a un enfoque nuevo y distinto y que al mismo tiempo haga renacer la esperanza de un futuro auspicioso.
Existe un tercer fantasma representado por lo que se ha identificado como las fuerzas emergentes, algunas de ellas con un pasado y presente que denominan “progresista” pero que al mismo tiempo donde quiera que reinan sus pares las libertades publicas, los derechos humanos y el desarrollo económico de su gente ha brillado por su ausencia.
El cuarto fantasma es el propio, la clase de ingresos altos y medios que no nos integramos a la participación y búsqueda de soluciones que nuestra formación académica y económica nos aporta al propósito de la persecución de ese compromiso que de una vez por todas nos ayude como nación y como pueblo a levantar anclas del marasmo social en que nos hundimos.
Y entonces? Pues entonces creo que es tiempo de integración y con ella buscar el consenso que nos evite la repetición de los errores que ya conocemos, de las magnas a que estamos acostumbrados, a la violación de la legalidad y con ello la ausencia de justicia, a la iniquidad a que esta sometida nuestra población y demás adornos que todos conocemos. Para esto necesitamos ser previsores y no lanzarnos en brazos del perpetuismo, de los errores pasados ni de los cantos de sirena de la inexperiencia. Como todo acontecimiento de importancia, y este la tiene, debe encarnarse en un personaje, quien crees tu que debe ser ese personaje?. Yo tengo el mio , tienes tu el tuyo?. Te invito a que lo compartamos.
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Polibio Diaz
Premonición
27 de Julio del 2010
