martes, 21 de septiembre de 2010

Sera posible?


El transcurrir, aunque interminable, tiene principio y fin. Como tal, todo comienza y todo termina.

En “Historia Universal de la Infamia” de Jorge Luis Borges, recoge diferentes historias en distintos lugares del mundo relatando la infamia de los peculiares personajes y resalta la vacuidad de la existencia en relación directa, interpreto yo, a la indiferencia con que el ser humano observa los principios fundamentales que deberían regir la convivencia y el comportamiento en sociedad. En esa misma Historia de la infamia se echa mano a la teoría del Gran Vehículo que se explica como la desarrollada por los Budistas que no participaron de la enseñanza directa y personal de Buda y justifica la creación de la nada, la existencia por la existencia misma, donde la relevancia de las cosas es intrínseca y ninguna sobre otra.

En nuestro mundo la presencia de la vacuidad es mas evidente cada día. Veamos: En el caso de las drogas narcóticas nuestra atención se dirige a la vacuidad del “vedetismo” de las implicadas en el ultimo caso notorio de narcotrafico y aunque nos importa y nos molesta no hay presión social para realmente identificar a los verdaderos responsables del negocio del narcotrafico; En el caso de la situación socio-económica por la que atraviesa el país que tan cruda y brillantemente expone el informe preparado al respecto por el PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo Humano) y auspiciado por el Ministerio de Encomia Planificación y Desarrollo de la R.D., revelador de los indices de pobreza y carencias que inundan al dominicano y de paso sea dicho que tal informe ha sido desaparecido de las librerías y no se encuentra ni en los “Centros Espiritistas”, nuestra atención se dirige a la vacuidad de que si hay reelección o no hay reelección, que si mengano es mas ladrón que fulano y que como zutano cuando estuvo no hizo o hizo mas cual no puede reclamar ni exigir nada y que si me opongo a todo o no me opongo a nada y mientras tanto transcurre la vida y no aportamos solución alguna, con la sola excepción de que el problema de “la luz” se resuelve con la contratación de tres técnicos magos que son los que mas saben y no aceptaran la politiquería en el asunto de marras; En el caso del dengue, la vacuidad se encañona a que los médicos no saben lo que hacen no a la incapacidad de desarrollar una política de prevención contra la enfermedad y a poner los hospitales en capacidad de responder a ambas situaciones, la prevención y la emergencia; En el caso de la educación y el desayuno escolar, la vacuidad se dirige a si hubo sabotaje o si las escuelas no pagan alquiler y mientras transcurre, donde esta la política para solucionar de verdad, aunque sea en el tiempo, los males que real y efectivamente afectan la educación?. Y así mismo, escándalo tras escándalo y uno mas grande que el otro transcurre y nada pasa.

Sera posible que la vacuidad sea sustituida por la reflexión?

Polibio R. Diaz
21 de Septiembre del 2010.

martes, 14 de septiembre de 2010

ANTES, AHORA Y DESPUES


La reciente designación de nuevos administradores de las EDES ha despertado mi curiosidad en relación con tan inusitado acontecimiento que sinembargo no lo es.

Resulta y viene a ser que este tipo de imposiciones, producto de nuestra consuetudinaria inhabilidad para resolver los problemas dominicanos, guarda un impresionante paralelismo con la situación que pasamos a describir: Transcurre el ano de 1859 cuando el Gobierno de turno que sustituye al Segundo Gobierno de Buenaventura Baez decide desmonetizar el papel moneda emitido por este y decreta una nueva paridad entre esa emisión y la nueva que llamaría peso fuerte. Esta nueva paridad fue entendida por los acreedores extranjeros como perjudicial a sus intereses y para hacer valer los mismos elevaron la correspondiente queja al Ministro de Relaciones Exteriores Miguel Lavastida exigiendo la derogacion de la medida tomada por el Gobierno Dominicano. Por supuesto el Ministro Lavastida denegó la petición y los cónsules de Francia. Dinamarca, Inglaterra, España y Países Bajos, declaran rotas las relaciones diplomáticas con República Dominicana. Ni lentos ni perezosos los cónsules abandonan la República y regresan pocos meses después acompañados de tres barcos de guerra: La Mercure, francés, Cossak, ingles y Don Juan de Austria, español. Inmediatamente reiteran sus demandas o que nos atengamos a las consecuencias y el Gobierno Dominicano sustituye a Lavastida por Fernandez de Castro y accede a modificar los términos de su decreto anterior por uno mas favorable a los acreedores.

Aquí el paralelismo: El “tollo” que es nuestro país y particularmente la situación de la energía eléctrica (mejor conocida como la luz) y nuestra ineptitud para resolverla, la enormidad de la deuda que nos agobia y nuestra incapacidad de satisfacerla y nuestro apetito por mas. Sustituyamos a los cónsules por el BID (Banco Interamericano de Desarrollo), sustituyamos a Lavastida por quien y a Hernandez de Castro por quien mas y sustituyamos también a los tres buques de guerra por los tres Reyes Magos que nos recién envían para que solucionen que. Que tristeza ver como mas de un siglo después nos repetimos en nuestros errores que ojala no traigan las mismas consecuencias. Me pregunto si también nos olvidamos de cuales fueron las consecuencias.

Realmente no creo que se necesita de genialidad alguna para saber que mientras todo el que consuma energía no la pague y que todo el que produzca energía no lo haga a precios razonables no habrá remedio posible a nuestra desgracia energética. Le podemos tirar todos los millones de la bolita del mundo a ese y a cualquier otro problema y si no entra mas de lo que sale sencillamente no hay solución. Cuando algún Gobierno no ande “atrás” de perpetuarse en el Poder, entonces podrá tomar las medidas que sabe tiene que tomar y procurarnos un respiro en esta agonía que nos electrocuta. Es que acaso ignoramos la teoría de los vasos comunicantes?.
Polibio R. Diaz
14 de Septiembre del 2010.